18 de diciembre de 2011

Asamblas ciudadanas constituyentes





Desde el kilómetro cero hacia el proceso constituyente para una nueva constitución

Ayer
sábado 17 de diciembre a las 10’30, en el Centro Arrupe de Sevilla,
tuvo lugar la primera asamblea para debatir la conveniencia de avanzar
hacia la apertura de un proceso constituyente, la cual debiera redactar
mediante el concurso de la ciudadanía, y a partir de cauces efectivos de
participación, una nueva Constitución, esta sí, verdaderamente popular
en su génesis, contenido y aplicación.

Se
trata de una idea que ha emergido en el seno del movimiento del 15-M,
una vez constatado lo obsoleto, inoperante y fraudulento de la actual
Carta Magna (¿cómo calificar de democrático a un régimen cuyo Jefe de
Estado no es electivo y cuyo presidente no se decide mediante consulta
directa?).

Lo
cierto es que en un principio tal demanda suscitó recelos en el seno de
este gran movimiento social, pero progresivamente ha ido tomando carta
de ciudadanía, de modo que en la actualidad es asumida por numerosas
comisiones y por buena parte de las asambleas de barrios y ciudades.

La
convocatoria del pasado sábado contó con la asistencia de unas ciento
cincuenta personas, llegadas de numerosos puntos de Iberia y del
extranjero, como los casos de Venezuela y Chile, país este último donde
también se está reivindicando un nuevo orden constitucional.

La
presente asamblea se consideró como el “kilómetro cero” de la larga
marcha hacia la nueva Carta Magna. Tras la presentación del grupo
inicial de donde emergió la iniciativa (cinco personas provenientes de
diversos ámbitos, desde el libertario hasta el cristianismo de base), se
procedió a explicar brevemente la naturaleza de un Proceso
Constituyente y las causas de su necesidad en el presente contexto
sociopolítico, para abrir a continuación un turno de palabra mediante el
que la gente se expresara libremente.

Así,
la gran sorpresa, a criterio de quien escribe estas líneas y que se
encontraba en la reunión, fue la intensa carga de esperanza, espíritu
positivo, ilusión y ganas de trabajar reflejadas en las intervenciones.

De
esta manera, una mujer de Sevilla, pionera del proyecto de unos huertos
vecinales y comunales, lo calificó como el “milagro” que sucede cuando
“la gente está enamorada de la vida”. Otros usaron, para calificar este
emerger de las resistencias, los apelativos de “explosión” y de
“entusiasmo”. Hubo quien invitó, de cara a la presente iniciativa, a
aplicar un “amor inteligente”.

Alguna
intervención recalcó lo insólito de una indignación canalizada mediante
la fraternidad y la alegría, al contar que su hija afirmó, en
referencia a los acampados en Sol que “para estar tan indignados se les
ve muy felices”. Rubén Martínez Dalmau, asesor jurídico de los procesos
constituyentes de Ecuador, Bolivia y Venezuela, reconoció, visiblemente
contento, que anteriormente “había perdido la esperanza” de que en
España emergiera semejante demanda, considerando por tanto que “este día
en Sevilla es un momento histórico”.

Acto
seguido, y en un ambiente no ya positivo, sino entusiasta, se propuso
una hoja de ruta que desembocaría en el “kilómetro uno”, concretizado
mediante otra asamblea a celebrar en Cádiz el día de la Pepa, del 17 al
18 de marzo.

Se
hizo hincapié en la necesidad de transmitir a la ciudadanía la
pertinencia de nuestra lucha para difundirla y hacerla calar en la
opinión pública, dejando claro que aunque las iniciativas las impulsan
las minorías, aquellas tienen vocación de universalidad de cara a su
operatividad.

A
partir de ahí, se aprobó por unanimidad y a brazo alzado el echar a
andar desde ese preciso instante. Y así fue. Y todos rompimos a
aplaudir, felices, aliviados, sonrientes, esperanzados.
Y,
antes de irnos, un gaditano se ofreció para el trabajo de organización
de la asamblea de la Pepa; alguien pidió voluntarios para una comisión
de tecnología y otro respondió; se abrió una alcancía para gastos
puntuales y empezaron a aparecer billetes; un universitario propuso
abrir un frente de sensibilización en la Universidad y al punto emergió
un grupo de personas intercambiándose los correos para darle forma a
este plan concreto…

Y
así fue como unos sanchos se transformaron en quijotes a la sombra de
una causa noble que les entusiasmó. Helder Camara decía al respecto que
“don Quijote es más realista que Don Sancho”. Y, en todo caso, ante lo
difícil y complicado de la empresa, siempre diremos, con Silvio
Rodríguez que “he preferido hablar de cosas imposibles, porque de lo
posible se sabe demasiado”.
Nacho Dueñas es cantautor e historiador

Fuente:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=141531&titular=desde-el-kil%F3metro-cero-hacia-el-proceso-constituyente-para-una-nueva-constituci%F3n-




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